Blog Lo que debes saber del impuesto de Transmisiones

Lo que debes saber del impuesto de Transmisiones



 El impuesto de transmisiones, es un impuesto indirecto que se tiene que pagar a las comunidades autónomas cuando se adquiere patrimonio de segunda mano. De esta forma, es un impuesto que se suele pagar de forma habitual en compra de viviendas de segunda mano, ya que básicamente se tiene que pagar siempre que haya una transmisión de patrimonio entre las personas. El importe de este impuesto de transmisiones cambia dependiendo de la comunidad autónoma en la que nos encontremos, así como dependiendo del valor del bien y también de algunas características del comprador, pudiendo modificar considerablemente el gasto del mismo.


 

¿Qué base imponible tiene el impuesto?


 

La base imponible del impuesto está constituida por el valor real que tiene el bien

que se ha transmitido.

De forma habitual, este valor real es equiparado con el valor de mercado, sin que

exista ningún interés

particular de por medio, tanto por parte del comprador como del vendedor.

De esta forma, si se vende una vivienda por un valor mucho más elevado de su precio real, la base imponible del impuesto seguirá siendo el valor real del inmueble y no el valor que se ha pagado por el mismo.


 

A esta base imponible, se le aplica el gravamen con el que se consigue la cuota tributaria que hay que pagar. A esta cuota, se le pueden deducir algunos aspectos que hagan reducir el valor real del propio bien pero nunca una deuda. De esta forma, una hipoteca nunca afectará al valor real que tenga el inmueble y, por lo tanto, no se podrá deducir. Con el resultado obtenido, lo tendremos que pagar en el ayuntamiento de la localidad en donde hayamos comprado el bien y por supuesto, el gasto corre a cargo del comprador.


 

¿Cómo se paga?

Para poder pagar este impuesto de transmisiones patrimoniales se disponen de 30 días hábiles que nacen después de la fecha de la operación.


Para liquidar este impuesto de transmisiones, la administración pública dispone de una serie de formularios, con diferentes modelos que tendremos que rellenar y presentar en el Servicio Territorial de Hacienda junto con nuestro DNI. Además, será necesario llevar un documento notarial que sirva para justificar y acreditar la compraventa que ha provocado el pago de este impuesto.

Así mismo, disponemos de algunas formas de ahorrar parte del impuesto más allá de las propias deducciones y es que, es posible beneficiarse de alguna rebaja fiscal o de un tipo de impositivo reducido por alguna característica propia del comprador. De ser así, tenemos que aportar también ese descuento de forma justificada, acreditando que cumplimos todos los requisitos que son necesarios para que se pueda llevar a cabo dicha aplicación.


Por último, otra posibilidad que existe a la hora de liquidar este impuesto de transmisiones es hacerlo a través de timbres fiscales del Estado, como es habitual hacerlo en un contrato de arrendamiento. Sea como fuere, pagar el impuesto es necesario para no tener una inspección tributaria a la larga, que termine liquidándonos de inmediato el impuesto con la consiguiente multa de recargo.


Si tiene alguna duda puede ponerse en contacto con nosotros en http://www.jcdelaredo.com/



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